PASTORAL JUVENIL DIOCESANA ISAMIS
ESTRATEGIAS PARA LA FORMACIÓN DE LOS JOVENES
DIMENSIONES DE LA FORMACIÓN
La formación es un proceso teórico - práctico que parte de la VIDA DEL JOVEN y que vuelve a la vida con nuevas actitudes y capacidades. Por lo mismo, nuestros proyectos de formación responden a los diversos aspectos o dimensiones que conforman la vida del joven. “Al hablar de formación integral decimos que, por un lado, abarque a TODO el joven y, por otro, le ayude en una UNIDAD que le vaya facilitando la realización de su PROYECTO DE VIDA”. Nuestra propuesta presenta lo INTEGRAL en la formación en cinco dimensiones a considerar:
• PERSONAL
• GRUPAL
• CRÍTICO – CONSTRUCTIVA
• PROYECCIÓN COMUNITARIA
• CRISTIANA
DIMENSION PERSONAL
Pretendemos que el joven se descubra como persona que es capaz de realizar muchas cosas y a la vez que hay otras que no. Además queremos que se de cuenta de todo lo que tiene por ser persona: aptitudes, dones, carismas; para que con ellos se sienta seguro de sí mismo y que se enfrente a su vida con todo lo que le rodea: momentos de felicidad y de sufrimiento. Queremos que llegue a conocer a Jesús como ejemplo de hombre, y desde la fe, descubra lo que Jesús propone para hacer real lo que el joven quiere ser en su vida; porque Jesús mismo lo llama a ser alguien distinto, único y nuevo
DIMENSION GRUPAL
La dimensión personal llega a un momento importante cuando se tiene enfrente a otra persona, porque sólo en la comunicación con otra persona se puede llegar a crecer, porque la otra persona se ve, como en un espejo, lo que se es y lo que no se es.
La presencia del otro, o de los otros, nos pide atención para ofrecer lo mejor de sí mismo y recibir lo que el otro nos da, y juntos entablar una comunicación sincera para poder ayudarse uno a otro a enfrentar la vida. Y desde la fe, puedan explicarse con mayor claridad lo que pide Jesús a quienes quieren seguirlo y hacer real el Reino que nos propone, sobre todo cuando se vive en solidaridad fraternidad y justicia en una pequeña comunidad, es decir, en grupo.
DIMENSION CRITICO-CONSTRUCTIVA
Buscamos que el joven pueda ver su mundo donde crece y se desarrolla, que se sienta parte importante de él y se sienta libre al involucrarse en él. Esta libertad se irá adaptando y viviendo en la medida que se tenga un acercamiento al Evangelio de Jesús, se interprete su actitud en y con su pueblo, adquiriendo una libertad ante todo el ambiente que le rodea, denunciando las cosas que estaban en contra del Reino y proponiendo una nueva forma de vida, con base en los criterios de Dios, para hacer realidad su reinado entre nosotros. Además, queremos que el joven se sienta involucrado “desde la realidad de los pobres” para, que desde esa realidad vea el mundo actual, a la Luz de la Palabra y sea capaz de confrontar ese mundo y proponga un cambio, sobre todo con una actitud de valentía y fe ante todo cuanto pudiera obstaculizar esta manera de vivir el Evangelio.
DIMENSIÓN PROYECCIÓN COMUNITARIA
Ahora bien, el joven se involucrará en una realidad concreta: su COMUNIDAD. En donde, desde la primera etapa de formación, se realizarán acciones concretas para beneficio de la comunidad, de manera progresiva.
Queremos orientar al joven a que tenga una opción socio – política bien definida y que se tenga el valor de participar en una actividad, es este el orden para poder ayudar a mejorar las condiciones de vida de los pobres, desde la perspectiva de Jesús, centrado en el servicio.
DIMENSIÓN CRISTIANA
Esta dimensión fundamenta, en la formación, a las otras dimensiones, es decir, la persona de Jesús y su propuesta liberadora son el objetivo de nuestro trabajo con los jóvenes. Así el núcleo de la formación es la DECIDIDA OPCIÓN POR CRISTO, lo cual implica un compromiso profundo y radical con el Evangelio. Esto sólo se realizará a través de un proceso de educación en la fe que lleve a la propia conversión y a un compromiso en el proyecto histórico de Dios.
En la presentación de Cristo vivo (Dios - hombre) modelo de autenticidad, sencillez y fraternidad, liberador del pecado, el joven vive su misión y compromiso dando testimonio de su fe en la vida y celebrándola en comunidad (sacramentos, oración y formación catequética); para liberar al hombre en su situación concreta, desde una clara y decidida opción por los pobres, asumiendo las opciones de Jesús y actuando según su estilo
Fuente: www.pjcweb.org
La formación es un proceso teórico - práctico que parte de la VIDA DEL JOVEN y que vuelve a la vida con nuevas actitudes y capacidades. Por lo mismo, nuestros proyectos de formación responden a los diversos aspectos o dimensiones que conforman la vida del joven. “Al hablar de formación integral decimos que, por un lado, abarque a TODO el joven y, por otro, le ayude en una UNIDAD que le vaya facilitando la realización de su PROYECTO DE VIDA”. Nuestra propuesta presenta lo INTEGRAL en la formación en cinco dimensiones a considerar:
• PERSONAL
• GRUPAL
• CRÍTICO – CONSTRUCTIVA
• PROYECCIÓN COMUNITARIA
• CRISTIANA
DIMENSION PERSONAL
Pretendemos que el joven se descubra como persona que es capaz de realizar muchas cosas y a la vez que hay otras que no. Además queremos que se de cuenta de todo lo que tiene por ser persona: aptitudes, dones, carismas; para que con ellos se sienta seguro de sí mismo y que se enfrente a su vida con todo lo que le rodea: momentos de felicidad y de sufrimiento. Queremos que llegue a conocer a Jesús como ejemplo de hombre, y desde la fe, descubra lo que Jesús propone para hacer real lo que el joven quiere ser en su vida; porque Jesús mismo lo llama a ser alguien distinto, único y nuevo
DIMENSION GRUPAL
La dimensión personal llega a un momento importante cuando se tiene enfrente a otra persona, porque sólo en la comunicación con otra persona se puede llegar a crecer, porque la otra persona se ve, como en un espejo, lo que se es y lo que no se es.
La presencia del otro, o de los otros, nos pide atención para ofrecer lo mejor de sí mismo y recibir lo que el otro nos da, y juntos entablar una comunicación sincera para poder ayudarse uno a otro a enfrentar la vida. Y desde la fe, puedan explicarse con mayor claridad lo que pide Jesús a quienes quieren seguirlo y hacer real el Reino que nos propone, sobre todo cuando se vive en solidaridad fraternidad y justicia en una pequeña comunidad, es decir, en grupo.
DIMENSION CRITICO-CONSTRUCTIVA
Buscamos que el joven pueda ver su mundo donde crece y se desarrolla, que se sienta parte importante de él y se sienta libre al involucrarse en él. Esta libertad se irá adaptando y viviendo en la medida que se tenga un acercamiento al Evangelio de Jesús, se interprete su actitud en y con su pueblo, adquiriendo una libertad ante todo el ambiente que le rodea, denunciando las cosas que estaban en contra del Reino y proponiendo una nueva forma de vida, con base en los criterios de Dios, para hacer realidad su reinado entre nosotros. Además, queremos que el joven se sienta involucrado “desde la realidad de los pobres” para, que desde esa realidad vea el mundo actual, a la Luz de la Palabra y sea capaz de confrontar ese mundo y proponga un cambio, sobre todo con una actitud de valentía y fe ante todo cuanto pudiera obstaculizar esta manera de vivir el Evangelio.
DIMENSIÓN PROYECCIÓN COMUNITARIA
Ahora bien, el joven se involucrará en una realidad concreta: su COMUNIDAD. En donde, desde la primera etapa de formación, se realizarán acciones concretas para beneficio de la comunidad, de manera progresiva.
Queremos orientar al joven a que tenga una opción socio – política bien definida y que se tenga el valor de participar en una actividad, es este el orden para poder ayudar a mejorar las condiciones de vida de los pobres, desde la perspectiva de Jesús, centrado en el servicio.
DIMENSIÓN CRISTIANA
Esta dimensión fundamenta, en la formación, a las otras dimensiones, es decir, la persona de Jesús y su propuesta liberadora son el objetivo de nuestro trabajo con los jóvenes. Así el núcleo de la formación es la DECIDIDA OPCIÓN POR CRISTO, lo cual implica un compromiso profundo y radical con el Evangelio. Esto sólo se realizará a través de un proceso de educación en la fe que lleve a la propia conversión y a un compromiso en el proyecto histórico de Dios.
En la presentación de Cristo vivo (Dios - hombre) modelo de autenticidad, sencillez y fraternidad, liberador del pecado, el joven vive su misión y compromiso dando testimonio de su fe en la vida y celebrándola en comunidad (sacramentos, oración y formación catequética); para liberar al hombre en su situación concreta, desde una clara y decidida opción por los pobres, asumiendo las opciones de Jesús y actuando según su estilo
Fuente: www.pjcweb.org
ETAPAS EN EL PROCESO PARA LA FORMACION DE LOS JOVENES
Vamos a hablar de las etapas en el proceso de formación de los jóvenes y de los grupos donde los muchachos van recibiendo las orientaciones, donde van viviendo experiencias humanas y experiencias de fe. ¿Por qué hablamos de procesos de formación?
Dios en su sabiduría ordenó las cosas para que fueran creciendo poco a poco, es decir, en un proceso: por ejemplo, una planta no puede crecer si antes no germina la semilla; y no puede llegar a dar fruto si antes no se fortalece y alcanza su desarrollo.
Jesús mismo siguió un proceso con sus apóstoles, ya que no les preparó de la noche a la mañana, sino poco a poco sin apresurarlos y violentarlos, sino con paciencia y perseverancia hasta que estuvieron listos para ir dando frutos.
Los grupos juveniles, y podemos decir que todo grupo, deben seguir un proceso de crecimiento, lo cual significa que no deben estancarse o quedarse haciendo lo mismo, sino que deben avanzar y crecer, esto es, que cada miembro del grupo vaya superándose día a día en todos los aspectos de su vida ( en las dimensiones que vimos la pasada semana).
El PROCESO de crecimiento en los grupos ha de orientarse si a adquirir conocimientos, pero también a vivir la fe y a madurar en todos los aspectos. Este proceso está dividido en cuatro momentos o etapas. De la misma manera que una planta pasa por varias etapas, antes de que madure y produzca frutos, así los miembros de los grupos van avanzando paulatinamente en las etapas, y el signo de ese avance son las actitudes personales y los valores que en ellas se van manifestando.
Se busca que en cada etapa se vayan expresando entonces determinadas actitudes y valores
1. ETAPA DE INICIACION.
En esta etapa las personas se van conociendo más a sí mismas, es decir, van adquiriendo mayor conciencia de sus cualidades y limitaciones. Hay que procurar ayudarlos para que se relacionen mejor con el grupo, que valoren más a sus compañeros, que comprendan con claridad qué es lo que esperan del grupo. En el ámbito de la fe van sintiendo la necesidad de conocerla cada día mejor y van descubriendo y sintiendo a Jesús como amigo fiel y cercano.
En esta etapa se puede insistir en los siguientes valores: verdad, vida, amor, fe. Se sugiere motivar actitudes como la apertura, la amistad, la reflexión la disponibilidad, la búsqueda y la confianza. Lógicamente el proyecto sugiere una larga serie de contenido y posibilidades para temas, celebraciones, actividades que ofrezcan conocimientos y experiencias para lograr el objetivo de esta etapa de iniciación.
2. ETAPA DE PROFUNDIZACION
En esta etapa se busca ir conociendo mejor la realidad de la comunidad, esto es, los logros, los valores, los problemas y las situaciones que afectan o favorecen a todos. Estas situaciones que se perciben en la vida de la comunidad se van iluminando con la Palabra de Dios, se ven y se entienden con la luz del Evangelio; se trata de ver el mundo y la vida con los ojos de Dios para actuar luego de acuerdo a lo que él quiere.
En el grupo se va manifestando el interés por los problemas y la vida de la comunidad y la disposición para colaborar en la organización y planeación de acciones constructivas en beneficio de la comunidad. De esta manera se va descubriendo a Cristo que actúa en la realidad concreta.
Valores a resaltar en esta etapa: libertad, comunión, conversión. Actitudes que conviene promover Alegría, sociabilidad, colaboración, criticidad o análisis, solidaridad, oración.
3. ETAPA DE OPCIONES
En esta etapa se irá definiendo en cada uno;
a) El proyecto de vida: es decir, cada uno de los miembros del grupo estará descubriendo su llamado, su vocación específica; lo que Dios quiere de su vida, a qué camino o estado de vida lo está invitando el Señor.
b) El proyecto de grupo: El grupo va descubriendo su sentido de Iglesia; buscan relacionarse con otros grupos, con otras parroquias, con otras organizaciones culturales, populares o campesinas de la comunidad, con la inquietud de ir respondiendo con mayor eficiencia a las necesidades de la misma.
Valores en esta etapa: justicia, paz, comunión, unidad, compromiso. Actitudes: donación, responsabilidad, discernimiento, perseverancia, fidelidad, contemplación.
4. ETAPA DE COMPROMISO
Cuando el grupo llega a esta etapa ha tomado ya sus opciones de vida, las revisa constantemente en el grupo y a la luz de la Palabra de Dios, para que de esta manera vayan descubriendo, a través de la reflexión y las acciones, qué caminos seguir para hacer de su vida y de sus acciones un servicio a la comunidad, un aporte concreto que ayude a los demás a vivir la libertad de los hijos de Dios.
Se supone que en este PROCESO de crecimiento en la fe el grupo ha descubierto que a través de esta pequeña comunidad se puede vivir muy profundamente la fe cristiana. En esta etapa de compromiso ya no se tiene un grupo juvenil, sino una COMUNIDA DE VIDA.
Valores en la etapa de compromiso: servicio, coherencia, comunión, amor. Actitudes: auto-despojo, autonomía y complementariedad, paciencia, solidaridad, fidelidad e identificación comunitaria.
Se supone que cada etapa dure un año y medio, ya que la vida de un grupo juvenil podrá durar de cuatro a cinco años. La última etapa podrá ser permanente, pues se supone que el joven ha hecho su opción de vida.
Relacionando esta reflexión con la anterior recordemos que la FORMACION INTEGRAL tiene cinco dimensiones, es decir cinco aspectos o áreas de la persona. Las dimensiones deben vivirse a la par con las cuatro etapas.
Fuente: pastoral juvenil de coyuca mexico: www.pjcweb.org
Dios en su sabiduría ordenó las cosas para que fueran creciendo poco a poco, es decir, en un proceso: por ejemplo, una planta no puede crecer si antes no germina la semilla; y no puede llegar a dar fruto si antes no se fortalece y alcanza su desarrollo.
Jesús mismo siguió un proceso con sus apóstoles, ya que no les preparó de la noche a la mañana, sino poco a poco sin apresurarlos y violentarlos, sino con paciencia y perseverancia hasta que estuvieron listos para ir dando frutos.
Los grupos juveniles, y podemos decir que todo grupo, deben seguir un proceso de crecimiento, lo cual significa que no deben estancarse o quedarse haciendo lo mismo, sino que deben avanzar y crecer, esto es, que cada miembro del grupo vaya superándose día a día en todos los aspectos de su vida ( en las dimensiones que vimos la pasada semana).
El PROCESO de crecimiento en los grupos ha de orientarse si a adquirir conocimientos, pero también a vivir la fe y a madurar en todos los aspectos. Este proceso está dividido en cuatro momentos o etapas. De la misma manera que una planta pasa por varias etapas, antes de que madure y produzca frutos, así los miembros de los grupos van avanzando paulatinamente en las etapas, y el signo de ese avance son las actitudes personales y los valores que en ellas se van manifestando.
Se busca que en cada etapa se vayan expresando entonces determinadas actitudes y valores
1. ETAPA DE INICIACION.
En esta etapa las personas se van conociendo más a sí mismas, es decir, van adquiriendo mayor conciencia de sus cualidades y limitaciones. Hay que procurar ayudarlos para que se relacionen mejor con el grupo, que valoren más a sus compañeros, que comprendan con claridad qué es lo que esperan del grupo. En el ámbito de la fe van sintiendo la necesidad de conocerla cada día mejor y van descubriendo y sintiendo a Jesús como amigo fiel y cercano.
En esta etapa se puede insistir en los siguientes valores: verdad, vida, amor, fe. Se sugiere motivar actitudes como la apertura, la amistad, la reflexión la disponibilidad, la búsqueda y la confianza. Lógicamente el proyecto sugiere una larga serie de contenido y posibilidades para temas, celebraciones, actividades que ofrezcan conocimientos y experiencias para lograr el objetivo de esta etapa de iniciación.
2. ETAPA DE PROFUNDIZACION
En esta etapa se busca ir conociendo mejor la realidad de la comunidad, esto es, los logros, los valores, los problemas y las situaciones que afectan o favorecen a todos. Estas situaciones que se perciben en la vida de la comunidad se van iluminando con la Palabra de Dios, se ven y se entienden con la luz del Evangelio; se trata de ver el mundo y la vida con los ojos de Dios para actuar luego de acuerdo a lo que él quiere.
En el grupo se va manifestando el interés por los problemas y la vida de la comunidad y la disposición para colaborar en la organización y planeación de acciones constructivas en beneficio de la comunidad. De esta manera se va descubriendo a Cristo que actúa en la realidad concreta.
Valores a resaltar en esta etapa: libertad, comunión, conversión. Actitudes que conviene promover Alegría, sociabilidad, colaboración, criticidad o análisis, solidaridad, oración.
3. ETAPA DE OPCIONES
En esta etapa se irá definiendo en cada uno;
a) El proyecto de vida: es decir, cada uno de los miembros del grupo estará descubriendo su llamado, su vocación específica; lo que Dios quiere de su vida, a qué camino o estado de vida lo está invitando el Señor.
b) El proyecto de grupo: El grupo va descubriendo su sentido de Iglesia; buscan relacionarse con otros grupos, con otras parroquias, con otras organizaciones culturales, populares o campesinas de la comunidad, con la inquietud de ir respondiendo con mayor eficiencia a las necesidades de la misma.
Valores en esta etapa: justicia, paz, comunión, unidad, compromiso. Actitudes: donación, responsabilidad, discernimiento, perseverancia, fidelidad, contemplación.
4. ETAPA DE COMPROMISO
Cuando el grupo llega a esta etapa ha tomado ya sus opciones de vida, las revisa constantemente en el grupo y a la luz de la Palabra de Dios, para que de esta manera vayan descubriendo, a través de la reflexión y las acciones, qué caminos seguir para hacer de su vida y de sus acciones un servicio a la comunidad, un aporte concreto que ayude a los demás a vivir la libertad de los hijos de Dios.
Se supone que en este PROCESO de crecimiento en la fe el grupo ha descubierto que a través de esta pequeña comunidad se puede vivir muy profundamente la fe cristiana. En esta etapa de compromiso ya no se tiene un grupo juvenil, sino una COMUNIDA DE VIDA.
Valores en la etapa de compromiso: servicio, coherencia, comunión, amor. Actitudes: auto-despojo, autonomía y complementariedad, paciencia, solidaridad, fidelidad e identificación comunitaria.
Se supone que cada etapa dure un año y medio, ya que la vida de un grupo juvenil podrá durar de cuatro a cinco años. La última etapa podrá ser permanente, pues se supone que el joven ha hecho su opción de vida.
Relacionando esta reflexión con la anterior recordemos que la FORMACION INTEGRAL tiene cinco dimensiones, es decir cinco aspectos o áreas de la persona. Las dimensiones deben vivirse a la par con las cuatro etapas.
Fuente: pastoral juvenil de coyuca mexico: www.pjcweb.org
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